Aunque fue inventada durante la década de 1830,
pasarán unos cuantos años antes de que el arte de la fotografía sea finalmente
reconocido por el público.
Incluso antes de la creación de la fotografía tal como
la conocemos hoy en día, las bases de la fotografía ya estaban presentes: el
fotógrafo profesional integraba una imagen en su cámara rudimentaria, sin que
la impresión fuera posible todavía.
Para tratar la foto en postproducción, el fotógrafo
usaba un cuarto oscuro, un proceso que aún se usa hoy en día para la larga
exposición, especialmente en la fotografía analógica.
El cuarto oscuro y su mecanismo, llamado camera
obscura en latín, en realidad existía desde el siglo XIV. Sin embargo, estaba
mal visto utilizar este proceso, ya que los grandes pintores de la época
pensaron que el desarrollo de la fotografía acabaría con el noble arte de
pintar sobre lienzo.
¡La máquina utilizada por el fotógrafo estaba lejos de
parecerse a nuestra cámara réflex actual!
Esta gran máquina estaba reservada a una élite que
quería crear imágenes más precisas que las pinturas. Hoy en día, encontramos el
mismo tipo de proceso en la industria de la animación a través del dibujo en
RetroScope (que está presente en las películas antiguas de Walt Disney, por
ejemplo).
La fotografía a través de la camera obscura (o cuarto
oscuro) difícilmente pasaba desapercibida. El fotógrafo tenía que cargar con
una especie de caja grande en la que se escondía para tomar una fotografía de
su modelo.
Este proceso fue tan mal visto que Giovanni Battista,
su inventor, fue arrestado y sentenciado por brujería, ya que la nobleza no
entendía la función de este misterioso cuarto portátil.
Realmente, la historia de la fotografía empieza en el
año 1839 con la divulgación mundial del primer procedimiento fotográfico: el
daguerrotipo, desarrollado y perfeccionado por Louis Daguerre. Los
daguerrotipos se formaban sobre una superficie de plata pulida como un espejo,
con un elevado tiempo de exposición de unos 10 minutos y con necesidad de luz
brillante, tratándose de piezas únicas sin posibilidad de copia y altamente
perjudiciales para la salud los vapores de mercurio del revelado entre otras
características.
Habría que remontarse a 1521 con la primera
publicación sobre la cámara oscura del pupilo de Leonardo DaVinci, Cesare
Cesariano, pero su origen se atribuye al matemático árabe Alhacén, nacido en
965 en Bagdag, pues en su libro “Tratado Óptico” echa por tierra las teorías
griegas predominantes en aquella época de que los rayos luminosos se emiten
desde el ojo hacia los objetos visualizados.
Habría que evolucionar y esperar hasta principios del
siglo XIX, en el año 1816, cuando el científico francés Nicéphore Niepce obtuvo
las primeras imágenes fotográficas inéditas que no pudo fijar permanentemente.
La fotografía más antigua que se conserva es una reproducción de la imagen
conocida como Vista desde la ventana en Le Gras, obtenida en 1826 con la
utilización de una cámara oscura y un soporte sensibilizado mediante una
emulsión química de sales de plata.
Cuando Niepce comenzó sus investigaciones necesitaba
ocho horas de exposición a plena luz del día, para obtener sus imágenes. En1839
el daguerrotipo comenzó a popularizarse entre la clase burguesa al ser más
barato que las pinturas además de que resolvía algunos problemas técnicos del
procedimiento inicial de Niepce y reducía los tiempos necesarios de exposición.
Al mismo tiempo, otros contemporáneos desarrollaban otros métodos diferentes.
Sin embargo, fue Fox Talbot quién obtuvo negativos sobre un soporte de papel, y
a partir de esos negativos positivaba copias positivas, también en papel. El
procedimiento negativo-positivo de Talbot se llamó calotipo o talbotipo, basado
en un papel sensibilizado con nitrato de plata y ácido gálico que tras ser
expuesto a la luz era posteriormente revelado con ambas sustancias químicas y
fijado con hiposulfito.
Fue a partir de 1855 cuando triunfó el sistema de los
negativos de colodión húmedo, que permitían positivar muchas copias en papel a
la albúmina, con gran nitidez y amplia gama de tonos. Estas copias a la albúmina
fueron el tipo de papel fotográfico más empleado en la segunda mitad del siglo
XIX, pero estos sistemas eran muy artesanales.
En 1856 se realiza la primera fotografía submarina a
manos de William Thompson. Por desgracia, la imagen no se conservó por lo que
no es hasta 1890.